martes, 4 de marzo de 2014

Conversación de Jesús y un Hombre del Siglo XXI



Esta conversación no es necesariamente la opinión de la mayoría de las religiones del mundo.  Pero a mi éste dialogo me hace mucho sentido.  La misma es sacada de uno de los polémicos libros de J.J. Benitez.  Un escritor español que estudia el fenómeno OVNI.   Aclaro que no sigo este tipo de cosas pero la manera en que el ve a Jesus me hace sentido.  Espero les guste.


-He estado en medio del mundo y me he revelado a ellos en carne. Les he encontrado a todos borrachos, ninguno sediento. Mi alma sufre por los hijos de los hombre, porque están ciegos en su corazón no ven que ven que han venido vacíos al mundo e intensan salir vacios del mundo- Ahora están borrachos. Cuando vomiten su vino, se arrepentirán…

- Estas palabras son muy duras- le dije.. Tan duras como las que pronunciaste en el Olivete a la visita de Jerusalén…

-Tal vez los hombres piensan que he venido a traer la paz al mundo. No saben que soy aquí para echar en la tierra división, fuego, espada y guerra… Pues habrá cinco en una cosa: tres contra dos y dos contra tres; el padre el padre contra el hijo y el hijo contra el padre. Y ellos estarán solos.

-Muchos, en mi mundo –añadí procurado que mis palabras no resultaran excesivamente extrañas para Lázaro- podrías asociar esas frases tuyas sobre el fin de Jerusalén como el fin de los tiempos ¿Qué dices a eso?

-Las generaciones futuras comprenderán que la vuelta del Hijo del Hombre no llegará de la mano del guerrero. Ese día será inolvidable: después del a gran tribulación, como no la hubo desde le principio del mundo, mi estandarte será visto en todos los cielos por todas las tribus de la tierra. Ésa será mi verdadera y definitiva vuelta: sobre las nubes del cielo, como el relámpago que sale del oriente y brilla hasta el occidente…

¿ Qué será la gran tribulación?

-Vosotros podríais llamarlo ‘’un parto de toda la Humanidad’’

Jesús no parecía muy dispuesto a revelarme detalles.

-Al menos dinos cuando tendrá lugar.

De aquel día y aquella hora, nadie sabe, ni los Ángeles ni el Hijo. Sólo el Padre. Únicamente puedo decirte que será tan inesperado que a muchos les pillará en mitad de su ceguera e inquietud.

-Mi mundo, del que vengo –traté de presionarle- , se distingue precisamente por la confusión y la injusticia.

-Tu mundo no es ni mejor ni peor que éste. Sólo les falta el principio que rige el Universo: el Amor.

-Dame, al menos, una señal para que sepamos cuándo te revelarás a los hombres por segunda vez…

-Cuando os desnudéis sin tener vergüenza, toméis vuestros vestidos, los pongáis bajo los pies como los niños y los pateéis , entonces veréis al hijo del Vidente y no temeréis.

-Entonces, repuse, mi mundo esta aun muy lejos de ese día. Allí los hombres son enemigos delos hombres y hasta del propio Dios.

Jesús no me dejó seguir.

-Estáis entonces equivocados. Dios no tiene enemigos.

Aquella rotunda frase del Nazareño me trajo a la memoria muchas de las creencias de un Dios justiciero, que condena al fuego del infierno a quienes mueren en pecado. Y así se lo expuse.

-Los hombres son hábiles manipuladores de la Verdad. Un padre puede sentirse afligido ante las locuras de un hijo, pero nunca condenará a los suyos a un permanente. El infierno- tal como creen en tu mundo- significaría que una parte de la Creación se le ha dio de las manos al Padre.

-¿Por qué hablaste entonces en cierta ocasión del fuego eterno y el rechinar de sus dientes?

-Tú lo has dicho Jasón. Una apuesta por el Amor. Es el único bien en juego desde que se nace.

Permanecía pensativo. Aquellas palabras eran nuevas para mí.

-¿Qué te preocupa?- Preguntó Jesús.

-Según esto, ¿qué podemos pensar de los que nunca han amado?

-No hay tales.

-¿Qué me dices de los sanguinarios, de los tiranos?

-También aman a su manera. Cuando pasen al otro ladro recibirán un buen susto…

-No entiendo.

-Se darán cuenta que, al dejar este mundo, nadie les preguntará pro sus crímenes, riquezas, poder o belleza. Ellos mismo y sólo ellos caerán en la cuenta de que la única medida válida en el ‘’otro lado’’ es la del Amor. Si no han amado aquí, en tu tiempo, tú solo te sentirás responsable.

-¿Y qué ocurrirá con los que no hemos sabido amar?

-Querrás decir con los que no habéis querido amar.

Me sentí confuso nuevamente…

-…Ésos, amigo – prosiguió el rabí capando mis dudas-, serán los grandes estafados y, en consecuencia, los últimos en el Reino de mi Padre.

-Entonces tu Dios es un Dios de amor…

Jesús pareció enojarse.

-¡Tú eres Dios!

-¿Yo, Señor?—

-En verdad te digo que todos los nacidos llevan el sello de la Divinidad.

-Pero no has respondido mi pregunta ¿Es un Dios de amor?

-De no ser así no sería Dios.

-¿En ese caso deberíamos excluir de su mente cualquier tipo de castigo o premio?

-Es nuestra propia injusticia la que se revela contra nosotros mismos.

-Empiezo a intuir, Maestro, que tu misión es muy simple ¿Me equivoco si te digo que tu trabajo consiste en dejar un mensaje?

El Nazareño sonrió satisfecho. Puso su mano sobre mi hombro y replicó:

-No podrías resumirlo mejor…

-Tu sabes que mi corazón es duro –añadí- ¿Podríais repetirme ese mensaje?

-Dile a tu Mundo que el Hijo del Hombre sólo ha vuelto para transmitir la voluntad del Padre: ¿Qué sois sus hijos!

-Eso ya lo sabemos…

-¿Estás seguro? Dime, Jasón, ¿qué significa para ti ser hijo de Dios?

Me sentí nuevamente atrapado. Sinceramente, no tenía una respuesta válida. Ni siquiera estaba seguro de la existencia de ese Dios.

-Yo te lo diré – intervino el Maestro con una gran dulzura-. Haber sido creado por el Padre supone la máxima manifestación de amor. Se os ha dado todo, sin pedir nada a cambio. Yo he recibido el encargo de recordároslo. Ése es mi mensaje.

-Déjame pensar…Entonces, hagamos lo que hagamos, ¿estamos condenados a ser felices?

-Es cuestión de tiempo. El necesario para que todo el mundo entienda y ponga en práctica el único medio para ello es el Amor.

Tuve que meditar muy bien mi siguiente pregunta. En aquellos instantes, la presencia del resucitado podía constituir un cierto problema.

-Si tu presencia en el mundo obedece a una razón tan elementar como la de depositar un mensaje para toda la humanidad, ¿no crees que ‘’tu iglesia’’ está demás?

-¿Mi iglesia?- preguntó a su vez Jesús que, en mi opinión, había comprendido perfectamente. YO no he tenido, ni tengo, la menor intensión de fundar una iglesia tal como tú pareces entenderla.

Aquella respuesta me dejó estupefacto.

-Pero tú haz dicho que la palabra del Padre debía ser extendida hasta los confines de la tierra…

-Y en verdad te digo que así será. Pero eso no implica condicionar o doblegar mi mensaje a la voluntad del poder o de las leyes humanas. No es posible que un hombre monte dos caballos ni que dispare dos arcos. Y no es posible que una criada sirva a dos señores. Si no, él honrará a uno y ofenderá al otro. Nadie que bebe un vino viejo desea al momento beber un vino nuevo. No se vierte el vino en odres viejos, para que no se rasguen, ni se trasvasa vino viejo a odres nuevos para que no se estropee. Ni se cose un remiendo viejo a un vestido nuevo porque haría un rasgón. De la misma forma te digo: mi mensaje solo necesita de corazones sinceros que lo transmitan, no de palacios o falsas dignidades y púrpuras que lo cobijen.

-Tú sabes que no será así…

-¡Ay de los que antepongan su permanencia a mi voluntad!

-¿Y cuál es tu voluntad?

-Que los hombres amen como yo les he amado. Eso es todo.

-Tienes razón – insinué-, ´para eso ha de hacer falta montar nuevas burocracias, ni códigos, ni jefaturas…Sin embargo, muchos de los hombres de mi mundo desearían hacerte una pregunta…

-Adelante- me animó el Galileo.

-¿Podríamos llegar a Dios sin pasar por la iglesia?

El rabí suspiró.

-¿Es que tú necesitas de esa iglesia para asomarte a tu corazón?

Una confusión extrema bloqueó la garganta. Y Jesús lo percibió.

-Mucho antes de que existiera la tribu de Levi, hermano Jasón, mucho antes de que el hombre fuera capaz de erguirse sobre sí mismo, mi Padre había sembrado la belleza y la sabiduría en la Tierra. ¿Quién es antes por tanto: Dios o la iglesia?

-Muchos sacerdotes de mi mundo- le repliqué- consideran a la iglesia como santa.

-Santo es mi Padre. Santo seréis vosotros el día que améis.

-Entonces, y te ruego que me perdones por lo que voy a decirte- esa iglesia está de sobra…

-El Amor no necesita templos o legiones. Un hombre saca el bien o el mal de su propio corazón. Un solo mandamiento os he dado y tu sabéis bien cuál es…El día en que mis discípulos hagan saber sobre toda la Humanidad que el Padre existe, su misión habrá concluido.

-Es curioso: ese Padre parece no tener prisa.

Jesús me miró complacido.

-En verdad te digo que Él sabe que terminará triunfando. El hombre sufre de ceguera pero yo he venido a abrirle los ojos. Otros seres han descubierto ya que es más rentable vivir del Amor.

-¿Qué ocurre entonces con nosotros? ¿Por qué no terminas de encontrar esa paz?

-Yo he dicho que a los tibios vomitaré de mi boca, pero no trates de consumir tus hermanos en la molicie o en la prisa. Deja que cada espíritu encuentre el camino. Él mismo, al final, será tu juez y tu defensor.

-Entonces todo eso del juicio final…

-¿Por qué os preocupa tanto el final, si ni siquiera conocéis el principio? Ya te he dicho que al otro lado os espera la sorpresa…

-Tengo la impresión de que tú resultaríais excesivamente liberal para las iglesias de mi mundo.

-Dios es tan liberal, como tú dices, que permite, incluso, que te equivoques. ¡Ay de aquellos que se arroguen el papel de salvadores, respondiendo al error con el erro y a la maldad con la maldad!¡Ay de aquellos que monopolicen a Dios!

-Dios…Tú siempre estás hablando de Dios ¿Podrías explicarme quién o qué es?

El fuego de aquella mirada volvió a traspasarme. Dudo que exista muro, corazón o distancia que no pudiera ser alcanzada por semejante fuerza.

-¿Puedes tu explicarle a éstos de dónde vienes y cómo? ¿Puede el hombre apresar los colores entre sus manos? ¿Puede un niño guardar el océano en los pliegues de su túnica? ¿Pueden cambiar los doctores de la Ley el curso de las estrellas? ¿Quién tiene potestad para devolver la fragancia a la flor que ha sido pisoteada por el buey? No me pidas que te hable de Dios: siéntelo. Eso es suficiente…

-¿Voy bien si te digo que siento como una energía?

-Vas muy bien.

-¿Y qué hay por debajo de esa ‘’energía’’?

-Es que no hay ni arriba ni abajo-atajó el Nazareño, saliendo al paso de mis atropellados pensamientos- El Amor, es decía, el Padre, lo es todo.

-¿Por qué es tan importante el Amor?

-Es la vela del navío.

-Déjame que insista: ¿Qué es el Amor?

-Dar.

-¿Dar?, pero, ¿qué?

-Dar. Desde una mirada hasta tu vida.

-¿Qué podemos dar los angustiados?

-La angustia.

-¿A quién?

-A la persona que te quiere…

-¿Y si no tienes a nadie?

El Maestro hizo un gesto negativo.

-Eso es imposible…Incluso los que no te conocen pueden amarte.

-¿Y qué me dices de tus enemigos? ¿A ellos también hay que amarles?

-Sobre todo a ésos… El que ama a los que le aman, ya ha recibido su recompensa.


domingo, 2 de marzo de 2014

Enseñanza Perdida


2 Timoteo 4:3

"Porque llegará el día en que la gente no querrá escuchar la buena enseñanza. Al contrario, querrá oír enseñanzas diferentes. Por eso buscará maestros que le digan lo que quiere oír."

Por que en estos días ya se a perdido el deseo de oír. Solo nos interesa oír al que dice lo que queremos escuchar. Nos ahogamos en nuestra ceguera y olvidados las buenas enseñanzas.  No vemos mas adelante de nuestros deseos impuros y Dios aún así nos ama.  Mientras nosotros nos olvidamos de los mandamientos mas puro y poderoso:

1. "Amaras al señor tu Dios sobre todas las cosas".

2. "Amar a tu prójimo como a ti mismo".

No soy de adornar con palabras el mensaje que en mi corazón está.  Con pocas palabras digo lo que mi corazón siente.  Por que del corazón habla la boca.  Con esto concluyo este pequeño pensamiento. Dios me los bendiga.